martes, 7 de octubre de 2014

Elegir el temor menor

Vengo pensando hace unos días que el miedo es tan poderoso que puede acabar prácticamente con cualquier cosa. Y me pregunto qué es lo que me da más miedo. Lo tengo claro: que mis hijos sufran. Ahora mi hija, porque espero que si mi hijo sufrió al morir haya dejado de hacerlo si está en el supuesto planeta invisible al que cree mi hija que se fue.

¿Así que a mí no me da miedo sufrir? Pues mucho menos, casi nada en comparación a que sufra mi hija. Con lo cuál no tiene sentido sufrir por mi hijo que ya no está y con ello provocar que sufra mi hija que sí está.

Resulta fácil preguntárselo, concluirlo racionalmente y formularlo en una frase, ¿eh? Pues ahí lo dejo, para quien le sirva. Yo vendré muchas veces a releerlo. Cuando me sienta con derecho a sufrir porque se fue mi hijito que ya no sufre.


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